El silencio de mis besos...
La
felicidad es tan efímera como un beso, pero cada beso puede abarcar la
felicidad completa. Un instante, una milésima de beso es suficiente para
aumentar los niveles de sol en mi espíritu…el combate pacífico de unos labios
con la comisura de otros hace que el festín se convierta, por arte de la
química, en un espectáculo de luces y colores. Macedonia de besos se derrama
entonces de esos huecos que se entreabren a la espera de un banquete. La
verbena es acta para todos los públicos, los besos se entrelazan, chocando con
las paredes del alma hasta hacer sonar trompetas. Las mariposas, en su
anárquico vuelo, se revuelven dentro de mis tripas haciéndome cosquillas.
Un
circo de sabores son los besos que ofrezco. Los que me han regalado, de fresa, de menta,
de mango y hierbabuena.
Hay
quienes me lanzaron besos de Judas por la espalda. Los escupí en su momento
para no envenenarme y en el suelo quedaron como saliva estéril.
Los
besos no se gastan, duran eternamente, y si los intercambias, el corazón
sosiegas y prendes una llama donde antes hubo vacío e infinito.
Tantos
besos regalados, robados, improvisados, desperdiciados, que ya no son tan míos.
Tantos besos me han donado, que han quedado tatuados en mis labios. Beso
“tiernesito”, beso eterno, beso tuyo, beso mío… Doce besos serenos para
despedir un año. Ósculo abrasador que ofrecí a escondidas detrás de la puerta de
un baño público. Besos de cada día al salir a la calle. Besos al regresar
siempre. Beso arrebatado a la pasión de primeros encuentros, apostada en el
muro de un museo mientras me despedía hasta la próxima. Besos locos, muy locos,
encendidos, discretos, temblorosos. Besos que estremecen la carne y me cuentan
secretos al oído.
Hoy
me quedo con los besos de tu boca de fresa, con los mimos de los
labios que me envías en forma de mariposas de colores, con esos arrumacos
tiernos que serán escritos en un libro de páginas en blanco, con esas caricias
de labios inexpertos que me escribes al oído para que yo me calme. Hoy por hoy
no quiero más que esos besos tímidamente esbozados, esos con sabor a futuro
imaginario, besos de canela, de miel, de merengue y helado. Besos que huelen a
flores, a nuevo, a temblor de tus manos.
Derroche
de besos que embriagan mi presente, con esa tierna mirada congelada en mi
retina; besos que me provocan escribir cien veces tu nombre en la brisa fresca
que acaricia tu rostro.
Mañana
te robaré un beso en la madrugada para que mi alma descanse abrazada a tu
espalda.
Los
sueños son sueños hasta que un beso te despierta.
Comentarios
Me ha gustado.
:)
Bonita entrega. Un abrazo, amiga.
Laura
escrito a neon,
tocado em refrão,
fundido em bombom,
soprado na mão,
que eu mando de volta
em carta fechada
os meus beijos
sem data marcada
de expiração...
Tal como as rosas espero...e um dia há-de ser dia...
Beijo ternurento
Lu
Un beso
P.V
Laura y Nieves.........siempre, siempre me he preguntado eso...los que no se dieron y los que aún no se han dado... sabrán a gloria bendita, seguro...
(hay por aquí un poemita que habla de los besos no dados...me obsesionan )
besos para todas.............
Este puente me quedé con ganas de dar un beso en los labios, pero me temo que hubiera sido malinterpretado...Y no sé dónde habrán ido...pero me remito a otro poeta que dijo que no hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió...
Te veo muy besucona. Bien por ti!!
Besucona? Bueno... Es tan terapéutico...
Besitos
Besitos sin rendición!
http://gofioconmiel.blogspot.com.es/
Saludos desde la capital... Etcétera
Etcétera