La vida te empuja y YO seguiré ahí...
Me dispongo a ser huésped por unos días, luego volveré… ¿a dónde?, a mí misma que es lo único que me pertenece, mi única propiedad.
La felicidad llega a tu vida y se marcha por donde vino, los cuerpos son jóvenes y dejan de serlo para convertirse en ancianos, el dolor está ahí un día, y un instante más tarde es posible que ya no esté, pero yo siempre seguiré. Las personas llegan a tu vida y se mudan en silencio para acoplarse a otras, siempre lo hacen; los invitados vienen por un tiempo y más tarde parten, siempre lo hacen; los lugares son visitados por ti y también se marchan, aunque aparentemos movernos nosotros; los recuerdos, engañosas fantasías, no existen, pero vienen a ti para martillearte y después circulan, dejándote una sonrisa muda en el rostro. De nuevo quedo yo, mi conciencia, porque en realidad no soy lo que he estado pensando, lo que he estado recordando o imaginando. Yo sólo soy AHORA, ni siquiera soy lo que vendrá, aunque lo anhele.
Dice Osho: “Éste es el proceso: lo que no puede rechazarse, lo que no puede separarse de ti, eso eres tú, de lo que es posible separarse, no eres tú”.
Porque yo soy el huésped, como dice Osho, sí, amig@s, yo soy el único anfitrión posible. Volveré y no encontraré invitados, ni lugares, ni tal vez personas, tampoco recuerdos, pero estaré ahí, siendo joven, y con la capacidad intacta para comenzar de nuevo y asimilar todo.
La felicidad llega a tu vida y se marcha por donde vino, los cuerpos son jóvenes y dejan de serlo para convertirse en ancianos, el dolor está ahí un día, y un instante más tarde es posible que ya no esté, pero yo siempre seguiré. Las personas llegan a tu vida y se mudan en silencio para acoplarse a otras, siempre lo hacen; los invitados vienen por un tiempo y más tarde parten, siempre lo hacen; los lugares son visitados por ti y también se marchan, aunque aparentemos movernos nosotros; los recuerdos, engañosas fantasías, no existen, pero vienen a ti para martillearte y después circulan, dejándote una sonrisa muda en el rostro. De nuevo quedo yo, mi conciencia, porque en realidad no soy lo que he estado pensando, lo que he estado recordando o imaginando. Yo sólo soy AHORA, ni siquiera soy lo que vendrá, aunque lo anhele.
Dice Osho: “Éste es el proceso: lo que no puede rechazarse, lo que no puede separarse de ti, eso eres tú, de lo que es posible separarse, no eres tú”.
Porque yo soy el huésped, como dice Osho, sí, amig@s, yo soy el único anfitrión posible. Volveré y no encontraré invitados, ni lugares, ni tal vez personas, tampoco recuerdos, pero estaré ahí, siendo joven, y con la capacidad intacta para comenzar de nuevo y asimilar todo.
Comentarios
Ave Eva, hasta la próxima. De momento no puedo seguir tu eterna nostalgia.
Iván
Hay que leer entre líneas y no ser tan cerrado...No es por comparar, pero si Becquer tuviera un blog...le harías esos comentarios???
Yo escribo para expresarme y considero un arte escribir...No dejan de hacerme gracia tus comentarios y lo oportunas de tus intervenciones...podrías ver de vez en cuando màs allà de las palabras. An, y a veces no hay que interpretar nada, es puro arte, aunque no lo creas.
Lee las anteriores entradas, las normalitas, supongo para ti, y coméntalas, ésas también estàn escritas por mí.
Un saludo
EVA
Lo de quedarse con su soledad es una interpretación muy personal tuya, en absoluto es así...Somos conciencia.
M. C.
En cualquier caso, la foto es muy bonita y aunque es cierto que tus entradas desprenden amargura y algo de rencor , es lógico pasar por ello tras una ruptura traumática como la que has mencionado varias veces. Es parte del proceso, como bien dices.
L.T.
PD: no te vayas Iván, que das mucho juego.
A "ralladura" muchas gracias por tu comentario. Se ve a la legua que eres una persona con un gran sentido del humor. Y al resto, amigos/as mios también gracias por vuestros consejos, de los que tomo nota a partir de este momento.
Ave Eva, eso...