Ella cree que está segura...
Entra en su coche, se
engancha el cinturón de seguridad y
arranca el motor. Cinco minutos, sólo
cinco minutos de viaje para llegar a su hogar. Levanta una y otra vez el pie
del acelerador para no llegar nunca a donde no quiere llegar. Prolonga el viaje
para disfrutar de esos cinco minutos. Tan sólo cinco
minutos y cree que está segura.
Cierra tras de sí la puerta
de la casa que hoy la habita, gira dos vueltas las llaves, enciende la luz y
cree que está segura allí dentro.
Se cambia de ropa. Retira sus
zapatos con parsimonia, zapatos que le pesan cada día más. Deja que un pijama
que lleva su olor de varios días impregnado
le abrace suavemente. Su rostro se relaja cuando esos trapos tan usados la
envuelven. Cree que está segura.
Abre la cama de sábanas frías
y se acurruca envuelta en pensamientos deshilachados. A ratos le gusta dormir
mirando al techo con las manos apoyadas en su vientre. En realidad no duerme;
observa las estrellas que adornan sus noches esperando que alarguen sus puntas
iluminadas y la eleven.
Entra en esa cama que parece
arroparla y cree que está segura.
Al vencerle el sueño, tiene
siempre un único pensamiento, volar lejos para encontrarse en el paraíso, donde
las sábanas ya no sean frías y las risas pueblen las paredes y las puertas.
Comentarios
Besos
María
Saludos, Iván
Besos
p.V