Soy una escéptica...

Últimamente pongo en tela de juicio casi todo, hasta que esté viva y no esté soñando. Dudo hasta de si el pasado vivido ha sido real. Es más, desconfío de que todas las señales amorosas vividas, los años compartidos, las vivencias repletas de buenas noticias, de promesas, etc, hayan sido auténticas y no una farsa. Me estoy convirtiendo en la persona más escéptica de cuantos me rodean y no lo puedo evitar, me lo están poniendo en bandeja.
Los escépticos no creían en una verdad objetiva, para ellos todo era subjetivo. Por ejemplo, y esto muchas veces me ocurre a mí, una escéptica como yo, diría “siento frío” en vez de “hace frío”, puesto que yo y solamente yo sé que lo tengo. Por tanto nadie me podrá discutir que yo lo sienta, porque es mi santa opinión. Pues como esto, todo. Llevo pensando que nada existe, que todo es relativo, desde hace bastante tiempo, aunque no esté de acuerdo con esta filosofía en que no se puede llegar al conocimiento. Yo sí he llegado al conocimiento y a la comprensión de muchas cosas gracias a la experiencia propia... menos mal que dicen que ésta sirve para algo, quizás lo vea.
Por eso yo censuro a todo el que me diga que ya está bien de sentir esto y lo otro, que ya han pasado muchas estaciones y que las cosas con el tiempo deberían estar en su sitio. Tal vez por eso me ocurra esto, porque las cosas están tardando demasiado en recolocarse. Ya estoy más que harta de todo aquél que me grita al oído que la vida es bonita para sentir lo que siento, que soy muy negativa y que todo lo veo negro, etc, etc. cuando no se han asomado lo más mínimo a la ventana de mi alma para descubrir que sí, que también pueden sentir ese frío del que hablaba antes. Tal vez me falten muchas explicaciones, pero ya TODO da igual, y cuando digo TODO es TODO. He llegado a un punto en el que no me hago preguntas absurdas sobre lo que hubiera ocurrido si no hubiera hecho tal cosa, sobre cómo sería mi vida ahora si hubiese sido más comprensiva, más atenta con menganit@ y no tan descuidada en el pasado, etc.
Con todo esto quiero comunicar y aclarar a todos los posibles lectores (también dudo mucho que me lean, je, je, je…¿¿quién va a interesarse por temas tan personales y enrevesados??) que lo que estoy anidando en mi recientemente es algo que jamás me había ocurrido. Y es relativamente sencillo de entender, pero a la vez difícil de asimilar para mí. Mi situación tan inconstante y cambiante, forzada por las circunstancias, me sitúa entre las personas con mayor nivel de estrés del planeta y eso hace que en muchas ocasiones no sepa ni dónde vivo. Y no es broma, hace poco me preguntaron mi dirección y no supe qué contestar, tuve que pensar bastante rato, me quedé amnésica durante unos instantes y di una al azar, una de las 3 direcciones en las que en estos momentos todos mis papeles y otras cosas importantes, como el amor, el cariño, el sexo, la confianza, los recuerdos, la soledad, el miedo, el pasado, el presente y el futuro más que incierto, quisieran posarse y no saben cómo.
Por esto y mucho más creo que ando perdida, bastante perdida, como me dijo mi buena amiga y confidente María José. Desubicada, diría yo, bastante descaminada y desorientada, no tengo ni idea a qué atenerme en estos momentos, ya me gustaría a mí tener claras algunas cosas esenciales de la vida, pero c’est la vie.


No quiero con este escrito hacer que mis fieles y críticos lectores (ja - ja) piensen que me estoy lamentando, en absoluto, sólo emito una opinión sobre mí, una opinión bastante íntima. Tampoco deseo que sientan que reflexiono más de lo que debería sobre mi situación personal, porque esto lo seguiré haciendo, pese a quien le pese. Mi cerebro no es plano, ni mi vida tampoco, por tanto le doy vía libre y decido si continuar sintiendo y madurando sobre todas las cosas que me ocurren. ¿ Te sientes más feliz por no meditar sobre ciertas cosas o por no repasar y enmendar otras?... ¿Eres más feliz apartando todo lo que te de pie a la reflexión?. Si eres feliz así, te aplaudo, pero no te envidio, porque en cierto modo tu vida es bastante plana entonces.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Tu amiga Mª José tiene razón, estas totalmente desorientada como una veleta que gira según el día como amanece. En unos artículos apareces optimista, con un cambio brusco, marginando el pasado, para no recordar esos momentos tanto dulces como amargos y en otros, como este último, vuelves a las andadas y retomas el pesisimismo crónico que no puedes evitar. Estás necesitada de un alma que te comprenda y te cobije para que te haga olvidar lo pasado y no se separe de tu lado, haciendote ver que aún estás a tiempo de coronar una nueva felicidad. Ojalá aparezca.
Iván
Anónimo ha dicho que…
Bueno, sólo decirte que hay gente como yo que te lee, seguro, y que disfruta haciéndolo.
LT.
Anónimo ha dicho que…
Gracias L.T. por apoyar como yo la causa, su causa...jajajaja....
Por cierto....¿¿¿quién eres, LT???(Qué intriga)

Ah, Iván, tienes razón en que tiene muchos altibajos, pero las circunstancias personales actuales parecen tener bastante fuerza y le influyen a la hora de expresarse. De todas formas, parece que su objetivo en la vida es que ella misma pueda con todo lo negativo que le venga y no necesite de nadie que la cobije... ya dijo en alguna ocasión, si no recuerdo mal, que ya quieren hacerlo algunos y no se deja, porque parece percatarse de que la gente que ha estado a su lado para cobijarla la han abandonado para cobijar a otros, porque tal vez le hayan defraudado. ¿Cómo creer entonces en ese "ofrecimiento" de la gente que aparenta sinceridad al expresarte lo que siente?... No me creo del todo lo que pasa con estas cosas... Mucho tendrían que cambiar sus circunstancias y la de los que la rodean.
Saludos.
Anónimo ha dicho que…
A veces llega un momento en que dejas de creer y confiar, llega sin que te des cuenta, algo se rompe definitivamente y yo todavía no he encontrado un superglue que lo arregle; supongo que le pasa lo mismo a ella.
L.T.
Anónimo ha dicho que…
Si estar desorientado significa estar en el nivel de conciencia que acabas de mostrarnos con lo que has escrito, yo también quiero estar desorientado.

La seguridad, la "orientación", la paz, nada tienen que ver con el lugar en el que vives, la posición social que ocupas, la persona que tienes a tu lado en la cama -puede ser cualquiera aunque haga años que la comparte contigo-, o el estado de tu "fe".

Que quieres que te diga... Cuando Alejandro Magno conoció a Diógenes, pidió hablar con él a solas, sin testigos, compartió la escudilla mugrienta que utilizaba el cínico para comer, observó los harapos que le cubrían y hasta se introdujo en el viejo y sucísimo tonel en el que dormía el anciano. Tras horas de conversación lo único que el rey de macedonia dijo a Eumenes de Cardia y a Calístenes de Atenas -sus compañeros de aventura y reconocidos intelectuales de la época- fue lo siguiente: "si yo no fuera Alejandro, amigos míos, querría ser Diógenes"

Tu pasado, tu presente y tu futuro ocupan un espacio muy pequeñito en el universo, pero a tí pertenecen, y puedes hacer con ellos lo que te de la gana, que nadie te convenza de lo contrario.

Duda de todo. Pues absolutamente todo lo que te rodea es una proyección de tu mente iluminada por tu propia luz, somos fantasmas.
Sigue viviendo.

Un abrazo.

El Fauno.

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