la amistad...divino tesoro...


Hace ya un tiempo que quería escribir sobre la AMISTAD y no encontraba el momento. Siempre he creído que las amistades se pueden clasificar, y que por supuesto existen diferentes categorías dentro de este orden. Quiero aclarar que esta clasificación es bastante personal y aderezada por mi propia experiencia.
La amistad es una relación afectiva entre dos o más seres humanos (aunque también se pueden incluir aquí seres pertenecientes al reino animal no racional). Es una de las interacciones más habituales que tenemos a lo largo de nuestras vidas y por eso, tengo la certeza de que nos podemos confundir mucho cuando catalogamos a alguien de amig@, ya que la mayoría lo hace alegremente.
Los componentes de una verdadera amistad son fundamentales, es más, yo pienso que si no se dan todos, la amistad no existe.
Dos elementos capitales en la amistad son la CONFIANZA, la SINCERIDAD y la COMPRENSIÓN, que facilitará poder hablar de forma natural cómo pensamos, cómo somos realmente y contarnos confidencias teniendo la seguridad que seremos una tumba, incluyendo la aceptación de nuestros valores, ideas, miedos, aciertos, errores, en definitiva respetar nuestras formas de ser y querernos así.
Pero el AMOR es quizás el pilar imprescindible, pues la amistad se basa en ese sentimiento para sustentarse, sin él no podría existir. La fidelidad es otra idea fundamental, junto con la empatía mutua. Ofrecer ánimo, interesarse y ocuparse por el bienestar del amigo cuando éste tiene necesidades son actividades básicas entre amigos e incluso, y no exagero, darlo todo, y aquí me refiero a dar la vida incluso, por el otro, porque lo sientes como parte de ti y prefieres perder la tuya que quedarte sin la del otro.
Otra condición no menos importante es la de compartir ideas, gustos, recuerdos, afinidades, actividades y por supuesto sobraría decir que todos estos componentes tienen que ser recíprocos. Un amigo jamás te olvida, está en todos los momentos buenos y malos, aunque la distancia y el tiempo se impongan como un manto negro sobre vuestras vidas; no te impone sus pensamientos y nunca critica a tus espaldas, te defiende y te aconseja sobre lo que es erróneo y llora tu ausencia en ocasiones especiales.
Mi clasificación personal divide a los “presuntos amigos” en TRASCENDENTALES y NO TRASCENDENTALES, aunque quiero confesar que creo que sólo existe una sola amistad, AMISTAD que podemos sentir por varias personas, pocas eso sí, pero que sean auténticas e intransferibles.
A) En las AMISTADES TRASCENDENTALES podemos incluir a las personas con las que nos hemos unido durante años e incluso décadas… Antiguas amistades que perduran en el tiempo y con las que tal vez algunos puedan contar casi siempre, porque no haya habido lejanía física y no hayan abierto mucho su círculo. Podemos encontrar aquí a amigos de la infancia o la adolescencia, pero a mí me resulta difícil mantener una amistad sincera con nadie que haya pertenecido a esa etapa de mi vida, ya que las vidas se separan y hay infinitas posibilidades de que esas personas no tengan casi nada en común con nosotr@s.
Otro tipo de amistad que podemos cultivar es la amistad de un herman@. Yo descubrí hace años esto que digo. Tengo 9 hermanos y sólo puedo considerar a 2 como amig@s verdaderos, con los que tener la posibilidad de hablar de temas muy íntimos, cosa que con el resto no puedo hacer, porque se han quedado en hermanos de sangre y no han trascendido. Esto no es negativo en absoluto, ya que sigo queriéndolos a todos de igual manera, porque forman parte de mi historia.
Tener amistad con tu pareja es la relación más completa que existe. Si además de pasión, amor, ideas, buenas conversaciones, etc, los dos miembros son amigos, la perfección está servida. Formar un buen equipo en la relación sentimental es fundamental, pensar de forma parecida a la hora de tomar decisiones importantes, por ejemplo, y otras condiciones que ya he nombrado arriba, hace que el AMOR de pareja se convierta en una amistad con momentos eróticos, como diría Antonio Gala.
La amistad con tus ex-parejas es otra opción, aunque muchos no puedan entenderlo ni lo practiquen, porque crean que es imposible. Yo ahora comienzo a comprenderlo, pero debo confesar que la persona con la que me une mayor amistad fue mi pareja durante unos años, allá por los años 90. La distancia geográfica es un impedimento para vernos físicamente tanto como nos gustaría, pero no imposibilita que sintamos muchísimo amor mutuo, que lo confesemos cada vez que nos comuniquemos y que podamos contar con el otro para todo. Y además esta relación se convirtió en amistad al poco de la ruptura, cuando aún había lazos demasiado amorosos, con lo cual es más admirable.
B) En las AMISTADES NO TRASCENDENTALES nos encontramos también antiguas amistades de la infancia y adolescencia que fueron relaciones fuertes durante años, pero que ya no son más que personas que pasaron por nuestras vidas y que a veces no recordamos ni sus nombres. Son las que te encuentras en los entierros de tus abuelos o padres tras años de no veros y que te hacen recordar lo mayor que estamos ya.
Las falsas amistades son otro grupo, éste bastante numeroso, de “amigos” no significativos o nada vitales. Te conocen y te cuentan sus vidas en unas horas, y en momentos de debilidad también nos desahogamos nosotros… Ya sabéis que ir al psicólogo siempre te saldrá más caro, así que entras en el juego y os contáis mutuamente los últimos conflictos de vuestras vidas sin más trascendencia que la de ese momento fugaz. Yo desde hace bastante tiempo huyo de eso, ya expliqué en una antigua entrada los motivos.
Podemos reconocer a esos cientos de conocidos que nos rodean en la vida diaria y que a veces podemos confundir con amigos sin serlos. Los “conociditos” te sirven para pasar un momento soporífico en el lugar de trabajo, por ejemplo. Por fuerza nos vemos a diario, pero si reflexionas un poco, quieres perderlos de vista en cuanto tu jornada de trabajo concluye. No sé lo que me pasa a mí con el trabajo, pero jamás, y llevo años trabajando en distintos centros, es decir, interactuando con cientos de personas diferentes desde mi primera nómina, he hecho fuertes amistades… Supongo que le doy demasiada importancia a ciertos temas, política, pensamientos, condicionamientos y principios personales… Si las personas con las que me relaciono diariamente flaquean en alguno de los principios básicos en los que yo creo o atisbo de lejos cualquier rastro de intolerancia hacia los otros, enseguida me cierro. Continúo vinculándome por necesidad y no por gusto, siendo educada y diplomática, pero pensando siempre que no podré incluir a ese sujeto en mi minigrupo de amigos. Y no es que sea exigente, es que la vida es así, la afinidad es lo primero que une a las personas, no la necesidad de compañía.
La amistad “frita” es otra categoría ( y este nombre está puesto en honor a una nueva amiga ) y de estos tenemos todos muchos casos. Son aquellos que fueron amigos en una etapa de la vida, pero que por circunstancias, sean éstas geográficas, o por dejadez y abandono paulatino, quedáis con ellos cada 2 ó 3 años. En esa cita os narráis lo ocurrido durante ese tiempo de ausencia, es decir, os ponéis al día, y os despedís por otro puñado de años.
Y vuelvo a repetir categoría, pero integrándola en esta ocasión en las AMISTADES NO TRASCENDENTALES. La amistad tras una ruptura sentimental, cosa complicada cuando una de las partes no lo desea o ambas partes no están dispuestas a ceder, romper con el pasado y comenzar de cero. Yo no comprenderé jamás que se pueda alejar a alguien o hacer desaparecer de tu vida a seres que en otro momento lo significaron todo. No entenderé que no vayas a compartir momentos en esta existencia con el o la que fue tu prioridad más absoluta. No transformaréis la relación en amistad porque la ruptura ha sido traumática, por ejemplo, o porque una de las partes ve al otro como una molestia que interfiere en su nueva relación. Una gran pena que dos personas que se han querido con tanta pasión y que tal vez se quieran aún, separen sus vidas por ninguna causa coherente. La desgracia es que a veces puede ocurrir que esta posible amistad preciosa e íntima futura, pueda convertirse en una amistad “frita” por la inercia de dejar marchar el tiempo, el implacable, como diría el maestro Milanés.

Ya terminé por hoy, aunque seguro que se me han quedado muchas cosas en el tintero…si alguien quiere añadir otro tipo de amistad que no se vea reflejado aquí, tiene libertad absoluta para incluirla en esta personal clasificación.
Sólo decir que para mí la amistad es algo difícil de encontrar, y aunque me considere una persona muy abierta y con facilidad para conocer a gente, me resulta difícil descubrir amigos verdaderos. Confieso que tengo pocos, muy pocos, en una mano me sobran dedos, pero por eso precisamente tengo la pretensión de conservar los que ya tengo para SIEMPRE. Eso sí, también tengo la necesidad imperiosa de buscar nuevas amistades que coincidan con los componentes arriba señalados.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Me parece muy bien las clasificaciones que has hecho para la amistad...a mi, personalmente, me sobran casi todas esas clasificaciones, quizás soy más simple, es decir para mi hay solo una clase de amigos que son los verdadros, los auténticos, los que después de años siguen allí al pié del cañón. No tengo muchos amig@s, pero los pocos que considero como tales, son geniales y para siempre. No me hace falta hablar con ellos diariamente, pero sé que están ahí y en cualquier momento puedo contar con ellos para lo que quiera. He estado mucho tiempo viviendo fuera de España y cuando he vuelto, seguían allí ...la amistad cuando es profunda y verdadera, por mucho tiempo que pase, nunca podrá terminar...gracias Elena por seguir después de tantos años , "al pié del cañón".
ralladuradelimón ha dicho que…
No hay comentarios.La gente se ha quedado muda con tu clasificación... Me pregunto donde voy yo después de que me llamaras amiga con puntos suspensivos...Tu clasificación es muy exhaustiva, demasiado diría yo. Acertada pero demasiado analítica. Es como diseccionar la palabra "amig@" y despojarla del subjetivismo que conlleva para cada uno de nosotr@s según donde y a quién la dirijamos. Podría establecer un debate sobre la amistad contigo pero dada la hora y los pocos asistentes, lo pospondré a otro momento jaja.
L.T.
Anónimo ha dicho que…
Es una clasificación demasiado analítica...lo acepto...pero en parte iba con coña, porque también aclaro que pienso que sólo existe la AMISTAD CON MAYÚSCULA...
Bueno, como es una clasificación...cada uno podrá colocarse donde le apetezca en este momento...jejejeje...el tiempo es el que hace que las personas se acerquen y fluya una amistad verdadera...
Gracias por vuestros comentarios...creo que por pesada (por lo extenso) no me ha leído nadie, jejejeje.... y tú..maria José... que sé que me has leído porque me consta...a ver cuándo comentas algo,,hija mía...
ah, y sí, queda un debate pendiente sobre la amistad...pero con un cafelito o una cervecita para ilustrarlo, jejejee.
Besos
Eva
Anónimo ha dicho que…
Para mí la amistad es una de las cosas más importates en mi vida. Amigos verdaderos también tengo pocos y por eso mismo me afano en no perderlos.

En cuanto a dar la vida por ellos, discrepo pero eso cada cual.

Respecto a la pena que supone que dos personas se hayan querido tanto y terminen por separarse tras un ruptura sí que es una lástima pero a veces es invitable.

Yo reconozco que me cuesta mucho, muchísimo dar por zanjada una amistad haya sido sempre eso o haya sido además también sentimental.

Supongo que es cuestión de esforzarse, de un esfuerzo por ambas partes, de encontrar un equilibrio y si es necesario de darse un tiempo hasta que las cosas se calmen. Tal vez eso ayude o tal vez no, pero al menos se debe intentar probar todas las fórmulas posibles si realmente es lo que quiere. Esa yo creo que es la clave, el querer a esa persona y mostrar ese interés por ella porque realmente te importe.
Esperanza

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