¿Miedo a qué?...
Miedo, ese sentimiento desapacible que experimentamos los seres humanos en muchas ocasiones a lo largo de nuestras vidas, que a veces es inducido porque percibimos un peligro, muchas de las veces inexistente, por un peligro vivido hace lustros o un miedo sin resolver aún.
Por lo visto es necesario sentir cierto miedo para sobrevivir como especie, ya que dicen es un mecanismo que nos permite estar ALERTAS ante cualquier amenaza y preparados para una HUÍDA INMINENTE. Repito que en muchos casos ese miedo o al menos las causas del mismo son ficticias.
Yo, como muchas personas, me he rodeado a veces de monstruos horribles y de amenazantes dragones de 7 cabezas que me atacaron en su día por diferentes flancos sin piedad y de los cuales me resultó difícil alejarme.
Pero claro, mi fortaleza y experiencia hizo que en su día me diese cuenta que esas cabezas que me observaban desafiantes podían ser cortadas por mí de un solo tajo. Y así lo hice...¿Cómo?...Primero, colocándome agazapada bajo el vientre de la bestia y rascándosela con suavidad hasta hacerle morir de risa; después, identificando el motivo por el que aquel monstruo de complejos talentos, que acechaba mi paz interior temprana, la de la infancia, la más cándida e inocente que he tenido nunca, me aterrorizaba tanto...hasta el punto de justificar a la bestia y a sus múltiples comportamientos.
Justificar, sí, he dicho bien, porque a veces con percatarse de la naturaleza de cualquier monstruo pasado y aparentemente dormido, podremos sanar nuestros miedos.
Comprendí que un dragón de 7 cabezas por naturaleza actúa de una determinada manera y sobre todo que yo, con mi inocencia de niña no podía pretender cambiar su forma de ser.
Así que me armé de valor y decidí, desde mi postura de infante que abogaba ya desde entonces por la evolución personal, enfrentarme con silencios e indiferencia a sus bramidos y a sus lanzamientos a discreción de llamas casi fulminantes.
A veces se me acercaban tanto esas llamas que sentía mi rostro arder, pero cuando eso ocurrió en repetidas ocasiones y ya ni lágrimas salían de mis ojos por la evaporación natural, comencé a cubrir mi cabeza y cuerpecito angelicales con una máscara de una aleación especial de acero y amor Universal y desde entonces, cada vez que un fogonazo amenaza mi integridad, el fuego resbala hacia abajo, hacia arriba, hacia el vacío, hacia la nada, sintiendo en esos instantes tan solo cierto calorcillo...y disipando por un tiempo dilatado aquel dolor viejo.
El miedo te paraliza y no te deja actuar... y eso es paradójico porque debería ser todo lo contrario. Vale que al principio sintamos, por adaptación a la supervivencia natural, algo de ese terrible sentimiento, pero a mi entender convendría que durase pocos minutos, o pocas horas según la capacidad de adaptación de cada cual...¿ Por qué digo esto?... Es fácil, más que paralizarnos, el miedo debería hacernos mover los hilos de nuestra vida de forma inmediata, ACTUAR tras ese período de incertidumbre y hacer que seamos nosotros quienes controlemos la situación presente.
Además, por deducción, es precisamente para eso para lo que tenemos MIEDO, PARA RESPONDER CON RAPIDEZ A ESAS SITUACIONES DE CONTRARIEDAD QUE NOS PROVOCAN CIERTAS SITUACIONES.
Una reflexión que tenemos que hacernos todos desde hoy sería preguntarnos por qué un miedo que salta como un resorte por una situación más que pasada, continúa provocándonos escenas de pánico y ansiedad en nuestro momento actual.
En ocasiones muchas personas entran en una situación inesperada de miedo inmenso que se acerca al PÁNICO TOTAL, a veces al miedo más ancestral a morir por el propio miedo sentido llegando a temer por la pérdida de control, cosa que aumenta y empeora su estado, llegando incluso a convertirse en un maldito círculo vicioso del cual a menudo resulta difícil salir.
Por eso amig@s mí@s, debemos localizar la etiología de nuestros MIEDOS, de nuestros fantasmas más antiguos y si es posible ahuyentarlos nosotr@s mism@s con un SUSTO DE MUERTE.
Yo de camino salvaré a la princesa del cuento de esos dragones de 7 cabezas que la acechan...y nos iremos de la mano al PARAÍSO...en silencio, con pasos lentos, pero seguros.
Comentarios
Me ha gustado que hayas escogido la literatura infantil para hacer esta entrada tan miedosa y al mismo tiempo llena de optimismo,.... que verdad es esa que en la mayoria de esos cuentos infantiles se haya una respuesta a nuestros miedos, prejuicios, libertades y sentimientos humanos, claro ejemplo de ello "El patito feo", "La gallina de los huevos de otros" y un largo etc.
Estas viviendo una segunda infancia a traves del amor.... Felicidades.
Miedos infantiles que están arraigados en nuestros corazoncitos adultos...Eso hay que trabajarlo con sumo cuidado y de forma constante para arreglar nuestra maquinaria emocional..
besitos y a seguir en la brecha...espero tus escritos.
Un abrazo fuerte preciosa.Siempre
Besos siempre.
Laralsa jeje
Gracias por tu comentario y me alegra que te sirva en estos momentos.
Mira esta proverbio chino que me regalaron hace unos días: "EL MIEDO LLAMÓ A LA PUERTA, LA CONFIANZA ABRIÓ Y FUERA NO HABÍA NADIE"... Pues eso...confianza en nosotrs mismas en nuestros besos como espadas... que acarician y no arañan...
Gracias, Eva.
Besitos
En mi opinión cierto tipo de miedo es necesario,nos mantiene alerta y estimula, pero sabiendo gestionarlo para que no se convierta en obsesivo y nos paralice. Existen miedos ancestrales,absurdos,irracionales, reales, presentes, pasados, pasados-presentes, ausentes...
Lo cierto es que a veces nuestros miedos nos sobrepasan y perdemos el control, ahí está el peligro. Gracias de nuevo, Eva, por animarmos a derrotar al dragón con grandes dosis de confianza, con caricias y besos, pues el amor es la mejor arma para salir victoriosos.
Saluditos Eva
Y a ti, Anónima de saluditos fieles, muy agradecida que estés ahí siempre, con la palabra justa. Sí, ¿¿verdad que lo mejor que podemos hacer en nuestras vidas es alejar las malas energías que nos matan de miedo???..alejar ese miedo a seguir adelante, con la cabeza muy arriba para otear el horizonte, el futuro lleno de esperanza, el nuestro, el tuyo, el mío, el de todos los corazones blancos.
El amor Universal, el amor fraternal, el amor pasional, el AMOR con mayúscula... es capaz de derrotar a todos los monstruos visibles o no visibles. Gracias de nuevo por seguir ahí siempre y besos.