MICROCUENTO: Sueños rotos...

( cuadro de Tamara de Lempicka )

- Los hombres que a mí me gustan no saben llorar - sentenció Laura-. No son unos tristes como tú.
Le tiró a la cara el dinero que había recibido por sus servicios y se marchó.
Estaba cansada de ver llorar a su cliente más fiel. Mil veces se prometió sacarle de ese burdel y abandonar a su esposa e hijos, pero nunca lo hizo.
Fue el último día que ambos se encontraron en esa mugrienta y oscura habitación.
Laura lo imaginaría entonces llegando resignado a casa, besando a su esposa y a sus retoños. Ella esperaría siempre ese sueño que no llegaba.

Comentarios

Entradas populares