Remendando la vida... (Relato escrito el 1 de enero de 2011)

El amanecer se colaba tímido por la ventana entreabierta. Reverberaba una luz finísima de comienzos de abril sobre los alfileres que descansaban desordenados en un acerico* rodeado por una maraña de restos de hilos de colores. El carbón todavía humeaba en la copa bajo la ropa de camilla. El olor cálido impregnaba las paredes mudas.
La tía-abuela Vicenta hilvanaba palabras inconexas, deliraba con la boca seca y el corazón ajado, mientras un enfermero colocaba su cuerpo ligero sobre una camilla desplegada en medio del salón. Con la respiración entrecortada daba las últimas puntadas a su vida, unas largas, otras más cortas, con resuellos de algodón suave, frunciendo con sus manos huesudas y sin fuerza el dobladillo de su desgastado camisón y desesperando el último aliento. No nos perdía de vista con su mirada dulce, intentando bordar con sus labios mensajes de colores que nadie supo reproducir. Quedaron impresos en el aire cargado de azahar de aquella incipiente primavera.
La noche anterior, ella y mi abuela narraban, con la pasión de un dolor añejo pero sin carga de rencor, historias de la guerra, y yo hilaba sus palabras con la inocencia de mis escasos diez años. Zurciendo momentos rotos me ofrecían retales de historias pasadas que yo remendaba en mi cabeza de niña, recolocando los trozos e ideando un vida mejor para mí después de todo aquello. Esa noche se quedó a medias mi vestido de muñecas sobre la mesa redonda cargada de recuerdos deshilachados.
Acerico: alfiletero.
Comentarios
Saluditos Eva.
También gracias al desconocido y anónimo "quE" por su misma inmersión.
Estáis invitad@s siempre que lo queráis a entrar y bucear en mis tripitas, para eso están los blog.
Lo agradezco mucho, y más aún en estos momentos de mi vida.
Besos
Es un bello y estremecedor poema en prosa.No le quites ni le añadas una sola coma.
Me trajo una galaxia viva de recuerdos de la tita, de mi madre, de mi hermana, tu madre, de la casa, de todos vosotros...estremecedor.
Eres una magnífica poeota y toda una escritora, no esperes que yo te enseñe nada, pejor aprendo de ti.
Muchos , muchos, muchísimos besos...
...y escribe, escribe, escribe.....
Tu tío Juan Cervera (desde México)
Desde muy niña fuiste mi referente, cuando la abuela me dejaba una esquina de esas cartas escritas para ti cada semana, para que yo inventara historias cortas.
Yo soy la que te agradece que hayas estado ahí animándome a plasmar historias desde que era una niña, y es todo un honor para mí compartir con usted algunos genes tan sabrosos.
Un besos muy, muy grande para los dos.
Gracias, Eva
Besitos de gominola
Esperanza
Y también gracias a Eaperanza, me alegra que te guste esta entrada, he llorado mucho eacribiéndola, por eso supongo se desprende tanto.besos
saludos
M.P.