Huir así de madrugada no es de cobardes...
(Microcuento escrito a partir de una fotografía de William Egleston)
Salió huyendo cuando la ciudad aún dormía. Zapatillas, camisón y una bolsa con algunos recuerdos fueron todo su equipaje.
Su destino, impredecible como siempre y un fajo de billetes manchados de sangre apretado en su mano su única compañía.
Dentro de la caravana, el cuerpo del hombre que decía amarla hasta la muerte agonizaba como una rata sobre un gran charco de sangre.
Comentarios
este post duele.
un beso eva
nieves
Mis felicitaciones Etcetera por deleitarnos con estos 9 renglones repletitos de arte.
Mil abrazos
besos
La mejor forma de sembrar
Savia nueva
Arrancar las raíces depredadoras
Un principio alimentado por un final.
Un saludo…Etc.
Este microcuento se está convirtiendo hoy en un relato más largo. A ver qué tal.
gracias de nuevo y saludos de bienvenida.
saludos de nuevo