Miro el rostro de la muerte y le sonrío...

(Poema dedicado a Rafael, entrañable alma que se ha marchado para siempre, pero que al fin y al cabo no se ha ido. Dedicado también al precioso regalo que es la vida)
La muerte nos vigila
con su ceño fruncido,
gesto de sombra oscura
de niebla cegadora.
La muerte nos acecha
nunca esperada
pero siempre presente
en su esquina sombría
jugando al escondite.
Le planto cara entonces,
la escucho susurrarme
que todo se termina
y en la soledad del oscuro vacío
me intenta convencer
que debo impacientarme,
que para qué vivir tanto
que para qué vivir vivo.
Y es entonces y no antes
cuando sumo centímetros
y mis huesos se alargan
y me hago gigante.
Y es entonces y no antes
cuando reparo en ella
y la miro de frente,
y con altiva pose
le tarareo una nana,
y para despistarla
le regalo sonrisas,
le ofrezco flores blancas
le digo que no es hora
de sombras ni de nada,
que yo lo quiero todo
vivir, vivir viviendo,
tan simple como eso,
y que sobran palabras.
Eva Trigo Cervera
(29 de abril de 2011)
Comentarios
Te comprendo
Te alimentas de mí
Mas también estoy yo
Y tú no me importas
Por ello
Cuando tenga que ser será
Mas no te lo pondré fácil
Y cuando ganes
Pienso dejarte un esqueleto de hojalata
Sapiente de tu enemiga, La vida…
Gracias ETC
Vivir viviendo, el objetivo que todos deberíamos tener.
Algo tan sencillo.
Algo tan difícil.
La muerte, algo tan inevitable, algo que siempre se quiere retrasar.
Silvia
Jorge, gracias...hay que seguir viviendo vivos y no muertos como hacen muchos.
Y gracias Silvia, gracias por tu participación en esta tómbola, eres bienvenida...A mí hace mucho tiempo que la muerte no me da miedo, las de mi vida, haber perdido ya a varios seres queridos y trabajarme un poco la valentía ha hecho el resto. Me dan más miedo los vivos y el daño que puedan hacerme. Lo que me apena y estremece es la muerte de las personas que tengo en el corazón, los que se han ido y los que se pueden marchar para siempre y por supuesto el dolor que puede aontecer previamente a mi muerte. Pero la muerte en sí sólo es un paso rápido y le planto cara y le sonrío...Le hago cosquillas en la tripa y muere de risa seguro... No la quiero cerca y si está porque acecha, la aparto y a otra cosa...
besos a los tres.
Silvia
A pesar de haber perdido muchas batallas que creía haber ganado hace pocos años, a pesar de haber tocado fondo en alguna ocasión por situaciones personales que jamás se me habrían pasado por la cabeza entonces, a pesar de todo lo mal que lo pasas en esas circunstancias y de la costra que se te queda dentro para siempre, que además es inevitable no vértela cuando te desnudas y te quedas a solas... pero a solas de verdad... piensas: ¿¿¿qué podría ser de mi vida si esas circunstancias no hubieran pasado????, pero reflexionas, lloras tal vez, mucho un día, poco otro día, otro estás seca como una pasa porque ya te has derramado.........y piensas para consolarte que todo habrá ocurrido por algo, es una justificación para que cada vez que te veas esa herida no te dañe y la muerte no te aceche. la muerte está en muchas cosas, las situaciones, las relaciones, también mueren... y a eso sí que le temía yo antes como a nada en el mundo. Mi herida tiene una cicatriz muy dura ahora, qué remedio.
Mi consejo es que te rías, que la risa es mágica y espanta los males y que las enfermedades si aparecen o han estado siempre es para aprender algo. Todo es por algo, todo...así que empieza a reír y revuélcate con la muerte, ésa que temes pero que está ahí agachadita esperando su turno. Ríe y grítale con cara de malos amigos y muy fuerte que se vaya lejos, que no es tu momento, que ya está bien de tanta amenaza y tanta pamplina... verás cómo se muere..... o de risa o de miedo...
suerte y besos
SAD(ya que vamos de acrónimos)