Nuestra alianza...



Giro las manecillas del reloj para llegar a ti y parar el tiempo,
vuelta a vuelta hacia atrás en un esfuerzo sobrehumano
por encontrar aquello que perdimos.
Y en una confusión de torpes aleteos,
vuelo hoy cada noche en un tic-tac de latidos
que esconden sonrisas antiguas.
Dónde estás que casi no te alcanzo?
Párate en el rellano a esperarme igual que hiciste entonces,
con la esperanza vestida de blanco inmaculado
y nuestros bolsillos rebosantes de sueños.

Pero hoy, por más que aletean en mi espalda las asustadas alas,
no encuentro el valor para acercarme tanto como entonces.

Y aunque ya no espero llegar a ningún puerto,
ni seguro…
ni en medio de la nada…
ni tuyo ni mío…
porque te has esfumado
yo desaparecido,
y porque las quimeras se han precipitado contra el suelo firme,
y hecho trizas,
seguiré pensando que aquellos mensajes que dibujamos
en papeles doblados,
escondidos bajo los almohadones de tu cama y la mía
y que trazaron tantas despedidas,
siempre serán la verdadera historia de nuestra alianza…


Comentarios

Marian Ruiz ha dicho que…
Muy lindo, Eva. Melancólico, pero de una melancolía que mantiene intacta su belleza y... esa mano tendida. ¡Gracias!
Etcétera ha dicho que…
Marian... La melancolía a veces pienso que forma parte de la belleza.
Te tiendo tb la mano.
Y gracias a ti, por supuesto.
Besos
Eva

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