Hoy velaré yo tus sueños...
( Tamara Lempicka. Mujer dormida )
Hoy por fin me encuentro sosegada, sentada cómodamente delante de la pantalla en blanco del ordenador, y en mi nueva “habitación propia”, después de tanto tiempo en barbecho. Me decido a unir algunas palabras para plasmarlas en las retinas de aquellas personas que alguna vez bucearon dentro de las tripas de mi blog. Tal vez alguien haya esperado algo nuevo todo este tiempo de abstinencia verbal, quién sabe. Lo que no sé es si de mis dedos surgirá algo hermoso; sólo sé que mi necesidad de escribir es muy grande y me importa muy poco que lo que salga hoy tenga mucha o poca coherencia. Lo importante es la consecuencia de escribir, y si al hacerlo mi alma se siente plena y llega aunque sólo sea a una sola persona, escribiré hasta que me sangren los dedos, pero sin dolor, sobre todo para probarme a mí misma que sí, que las palabras escritas son la sangre del alma.
Hoy por fin me encuentro sosegada, sentada cómodamente delante de la pantalla en blanco del ordenador, y en mi nueva “habitación propia”, después de tanto tiempo en barbecho. Me decido a unir algunas palabras para plasmarlas en las retinas de aquellas personas que alguna vez bucearon dentro de las tripas de mi blog. Tal vez alguien haya esperado algo nuevo todo este tiempo de abstinencia verbal, quién sabe. Lo que no sé es si de mis dedos surgirá algo hermoso; sólo sé que mi necesidad de escribir es muy grande y me importa muy poco que lo que salga hoy tenga mucha o poca coherencia. Lo importante es la consecuencia de escribir, y si al hacerlo mi alma se siente plena y llega aunque sólo sea a una sola persona, escribiré hasta que me sangren los dedos, pero sin dolor, sobre todo para probarme a mí misma que sí, que las palabras escritas son la sangre del alma.
He dado tumbos todo el verano, he volado por cielos que
aunque desconocidos y lejanos en un principio, hoy se me hacen indispensables; he
trasladado de lugares, una y otra vez, muchos enseres; he tirado por la borda
otros que ya no me servían para vivir, y aún tengo guardadas en la trastienda
algunas cajas que todavía ni he abierto porque hoy no me lo pide el cuerpo, y
porque lo que deseo hacer con ellas es lanzarlas al contenedor más cercano. Lo
haré, prometo que lo haré. Dentro de ellas hay vivencias que quiero que me
abandonen, o tal vez no…
Así paso las horas, ordenando mi existencia en esta nueva
etapa donde no sé muy bien dónde ubicarme. Vida y morada nuevas, provisional
como todas las moradas de mis últimos años, y temporal como todas las vidas.
Frente a todo este tinglado que he montado alrededor, en mi mente sólo hay una
imagen que hoy me reconforta más que ninguna otra: tu sonrisa. Me agarro con
fuerza a esa expresión para que mis frases no se me caigan al suelo, para no
caerme yo tampoco, para que cada rincón de esta vivienda se llene de vida, para
que cada paso que dé a partir de ahora sea firme y mi cuerpo no se tambalee más
de lo debido. Me hablas de nuestros sueños, de los grandes y de los pequeños
deseos, de lo nuevo que te acontece, de los sueños que compartes conmigo… y te
dejo dormir a mi lado como siempre. El rostro relajado, tu cuerpo de niña
curiosa abrazando a la almohada dulcemente y cubierto apenas con una sábana.
Mientras, yo acaricio el teclado con suavidad para componerte un texto, cualquier cosa que haga que tus sueños sean más y más
gratificantes cada día. Después de cada frase escrita, llena de una nueva
energía que no he reconocido hasta ahora, giro la cabeza para mirar cómo
duermes y la habitación se ilumina.
- Hoy velaré yo tus sueños -.Te susurro para no despertarte.
Es la imagen misma de
la felicidad.
Comentarios
Lu-na
Tienes una oportunidad única? lo has pensado así...la vida te está brindando la posibilidad de atravesar miedos, incertidumbres, de aprender lecciones de avanzar tanto...no dejes pasar la oportunidad...no apartes los miedos y te escapes a través de su sonrisa...mira al miedo de frente y cuando te des cuenta de que eres lo suficientemente fuerte y que puedes hacerle frente...entonces podrás volver tu mirada, contemplar esa sonrisa que te regala a cada instante y regalarle tú lo mejor de ti misma...
Un abrazo enorme!
Intentaré no abrir la puerta al miedo ni a la inseguridad, pero no te aseguro nada ... Al menos pondré mi postura de "matona" para ahuyentarlos, la adquirí posando muchas veces delante del espejo cuando era una niña.
Besitos valientes
Un abrazo
P.v
Besos
María